lunes, 28 de marzo de 2011

Mirando a mis queridos peces, los cuales me proporcionan tantas cosas en que pensar y en las que divagar... pues digo, que, mirándolos una tarde pensé en su vida, su existencia como animal que nace, crece, se reproduce y muere. Hay peces que llegan a vivir diez años, si las condiciones son las idóneas para él, pero lo normal es que su aliento se apague en un año, a lo sumo, año y medio.
¿Cómo puede uno organizarse la vida cuando solo vives un año? ¿Qué tiene prioridad? ¿Comida? ¿Sexo? Les observo mientras dan vueltas y más vueltas a la pecera. ¿Serán felices? ¿Desearan alguna cosa? No tiene por que ser  la mujer del vecino, si no algo más vital, como ser mejores peces, más fuertes, más grandes, tener colores más llamativos, es decir, ¿sentiran insatisfacción con su calidad como pez? ¿Se deprimiran?  Pueden estresarse muy facilmente, pero siempre por agentes externos, como un cambio en la temperatura del agua o un pez más grande que les persiga. Puede que ellos también quisieran pertenecer a una pecera diferente, con otro tipo de vecinos y un ambiente mucho más de su estilo. Pero les a tocado vivir donde viven y el momento en el que estamos.
Claro, si solo dispones de un año de vida, quizás todas las preguntas anteriores no tengan sentido, sería más bien un intento de pasarlo bien, dure lo que dure. Disfrutando cada momento al máximo porque no sabes cuando te toca irte de viaje con un tirón de cadena. Por eso amigos de acuario, vamos a disfrutar a tope este año que nos queda por delante, que todo sean fiestas y diversión.
En ese momento recuerdo que no soy un pez, y que vivo un poco más de tiempo. Pero tengo las mismas dudas. ¿Es la vida corta o larga? ¿Qué es una vida larga? ¿Por qué decimos que la vida es corta?
Mi impresión es que nos han inculcado mal desde pequeños el sentimiento por la vida, el sentido de vivir. La vida es demasiado larga cuando estás muy lejos de ti mismo, o cuando ni si quiera estás. Es muy larga para hacer promesas de amor eterno, muy larga para guardar un secreto hasta la tumba, muy larga para estar enfermo todos los días y cuando no te encuentras, se hace eterna. Es demasiado larga para comer un tipo de comida, ver un único paisaje o vestir de un solo color. Muy larga para odiar, para sentir rencor o rechazo. Muy larga para olvidar. Hay que tener cuidado con las cosas que decimos pues las palabras encadenan nuestros actos. Por eso también hay que pensar que la vida es muy corta y que hay que aprovechar el ratito que pasamos sobre la hierba antes de acabar bajo ella.
Verte a ti mismo, por dentro y por fuera, saber reconocerte en el habla y en las acciones. Trabajar en tu persona día a día para sentirte mejor, no conformarte con intentarlo, lo importante es conseguirlo. Sentirte bien, tranquilo contigo mismo, seguro de tus pasos, de tus silencios. Saber con quien quieres estar cada instante, aunque puede que cambie al momento siguiente. Dedicarte a ti, aprendiendo a descubrir lo valioso que tienes y enseñárselo a los demás para que te conozcan de verdad. La vida es muy corta para andarse con hipocresías, con medias tintas, con pocas palabras. Muy corta para quedarte a medias, para no luchar por lo que quieres, muy corta para no amar. Demasiado corta para vivir amargada, para sufrir sola.
Me queda claro, la vida es demasiado.
Después cada uno que continúe la frase como le apetezca.