jueves, 26 de mayo de 2011

Quiero pedirte perdón

No siempre pedir perdón sirve de algo. Parece que hacer daño fuera gratuito, te lo regalan por la compra de dos paquetes de mala leche. Cuando desaparezco no estoy haciéndome valer más, estoy desperdiciando un tiempo precioso. Pedir perdón ya no sirve. Tenemos que buscar nuevas maneras de proceder. El daño causado parece irreparable, tus ojos brillan y tu boca se tuerce ligeramente. No eres capaz de mirarme, no me extraña.
Tú eres el de siempre, yo soy otra muy distinta. Una retorcida bala con espinas que quiere introducirse dentro de ti. Si, date cuenta de lo que sufro.....
Pero no es real. Al poco de verte, sin que estés ahí, la bala se derrite en mi interior dejando un regusto ácido. Ahora mi estómago es un limón que se exprime y salpica todo su jugo.
No quiero hacerlo más. Pido perdón, perdón, perdón..... No sirve de nada. Es la vez cuarenta y tres, ya nadie me cree.
Merezco una patada, o mejor, merezco darme cuenta de lo que pierdo poco a poco, casi sin darme cuenta. Te pierdo a ti. Que cosa tan terrible que eso pase delante de mi y no pueda hacer más que empujar aún más la situación hasta su total derrumbe.
Me mortifico, me odio, no merezco nada de nadie. Ni siquiera que me escuchen.
Quiero cambiar. Ayuda!!!!!! Si alguien sabe el remedio que lo escriba a continuación.
Tengo un problema, no se querer. ¿Sabes tu cómo se hace? Quiero estar contigo, es lo que siento cada mañana al despertar y preparar el café. Quiero compartir contigo mis momentos, ser la correcta compañera, la amiga más fiel. Verte reír, andar, comer y bailar. No quiero perdérmelo.
Pedir perdón ya no sirve. Lo tengo que arreglar.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario